sábado, 27 de octubre de 2007

Él Ángel de la salvación


Ángel, nadie podrá alcanzarte. Ni siquiera los lamentos más íntimos de mi corazón se parecen a tu dolor original.Pero aquí estoy detrás de un doloroso suspiro interminable perdida en algún mortífero lugar,invocándote.Mientras tanto, el misterioso río avanza.¿Qué secretos me aguardan aún?¿Qué misterio arrastras? Hoy te alabo en esta fría soledad herida por el impulso exótico del silencio nocturno. Porque solo tú sabes que la noche nos contiene,nos eleva y nos brinda protección. Sálvame Ángel,aún cuando el conflicto no exista y las invisibles lagrimas de un amante de un golpe me traspasen el alma. Oh, sálvame ahora, otra besen un derroche de suspiros donde las ráfagas de eternidadse llenen con su tonada sombría y las voces atraviesen el corazón inalcanzable.Sálvame Ángel, porque si no eres tú nadie podrá..."

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