martes, 16 de octubre de 2007

Angeles


Volamos en la noche, rasgando su gélido silencio. Somos ángeles de la carne, señores del pecado y la lujuria. Todos nos buscan con deseo, nos odian y nos aman, nos buscan y nos temen, pero todos desean arder en nuestro fuego. Nuestro reino es el de placer, lleno de eternos gemidos, donde nada está prohibido, tan solo la tristeza y el Somos guardianes de lo oscuro, de los eternos secretos, donamos la vida y la muerte, la gloria y la miseria. Nuestra piel brilla bañada por placeres, pero tras su frágil aspecto, su dureza es la del acero, ella esconde la dulzura y el veneno. Únete a nosotros, coge tus alas, cruza la oscuridad de la noche, cúbrete con la brisa de los sentidos, en el eterno vuelo de deseo.

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